El Policía del siglo XXI, representa un importante reto para la revolución bolivariana y, especialmente, para las comunidades organizadas que están representadas por el poder popular, por ser ésta una de las principales deudas sociales que tenemos actualmente, para luchar contra la criminalidad y la violencia. El presidente Nicolás Maduro decidió crear una comisión presidencial para evaluar y revisar la política pública de seguridad en esta materia.
Este papel más activo de la policía con la comunidad, fundamentalmente, a la emergencia en materia de seguridad, que exige el ciudadano consciente de sus derechos, la necesidad de optimizar los recursos públicos y la exigencia de nuevos modelos de gestión o las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Así, ha surgido un nuevo enfoque hacia el que deben tener las gestiones policiales, basadas en un modelo más eficiente y, que, por supuesto, responda a las expectativas de la comunidad, produciéndose reformas normativas, estructurales y sociales, demandadas por la sociedad.
Los proyectos que fueron el resultado de esta revisión son claros ejemplos para que las instituciones en esta materia, dispongan de un nuevo marco adecuado a los retos planteados y a las necesidades ciudadanas.
En este contexto, la comisión Presidencial lleva seis meses trabajando en la revisión, del nuevo modelo policial, acorde con las características de esta nueva circunstancia, dotando a esta comisión de mecanismos dinámicos para la toma de decisiones y adquiriendo una capacidad de respuesta rápida para poder actuar ante los cambios que se producen. Nuestra sociedad requiere un sistema policial ágil y moderno, forzando el ajuste progresivo de sus órganos y estructura a las transformaciones de la sociedad, y adaptándose a los nuevos requerimientos mediante la orientación del Plan de la Patria y la Misión a Toda Vida Venezuela.
La modernización de la policía y el acercamiento con la comunidad es necesaria para el nuevo sistema policial, el avance hacia la excelencia en la prestación de los servicios policiales, el aprovechamiento de las posibilidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicaciones y, por tanto, la implantación de una cultura de gerencia policial transparente, abierta, eficaz y eficiente.
El desarrollo de esta ambiciosa prospectiva por parte de la comisión presidencial, requiere la articulación de diferentes órganos que abarcan otras ciencias sociales (la sociología, las ciencias políticas, las ciencias de la comunicación social y otras que tienen relación directa con la criminalidad y la violencia). Y es que, en algún momento cada una de esas ciencias estudia causas y efectos de variables con este tema. Lo cual daría la apreciación real en este problema multifactorial, para lograr la rectificación y el reimpulso que demanda la sociedad.